viernes, 31 de mayo de 2019

La labranza ayer

-3- Economía     -3.1- Agricultura


La labranza ayer

 Villaconancio  -como todos los pueblos de alrededor y de muchas otras comarcas- ha sido desde hace siglos un pueblo fundamentalmente agrícola y ganadero. Sin embargo, esta actividad ha cambiado en pocas décadas de forma vertiginosa. Por ejemplo, hasta no hace tanto, se seguía utilizando el arado romano tirado por bestias. Vamos a recordar un poco cómo eran las cosas durante la primera mitad del siglo XX. 

En el edificio del Ayuntamiento estaba el pósito:


"Sigue el Ayuntamiento, en la planta baja había primero el Pósito, esto era destinado para almacenar cereales, es que al labrador que le hacía falta dinero y no tenía, pedía un dinero prestado al Ayuntamiento y cuando hacía la recolección en el mes de Septiembre pagaba en especies fuera trigo, cebada, avena, o lo que cosechara y lo llevaba a ese Pósito, y así pagaba el préstamo que había pedido, así los labradores que andaban mal de dinero, de esta forma se quitaban de ir a un prestamista que les cobraba un 8 o 10%."


El pósito era a la vez un almacén de grano y una entidad financiera que funcionaba de modo similar al monte de piedad o montepío (donde se hacían empeños), es decir, admitía no sólo dinero sino también pagos en especie. Según el diccionario:

pósito:  del latín  "positus" (depósito, establecimiento) 

-Institución de carácter municipal y de muy antiguo origen, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de escasez.
-Edificio destinado a guardar el grano del pósito.
-Asociación formada para la cooperación o ayuda mutua entre trabajadores. Pósito de pescadores.

Por cierto, el primer monte de piedad de España se fundó muy cerca de aquí, en Dueñas, en 1.550. Fadrique de Acuña, conde de Buendía, aportó 300 ducados para que los necesitados pudieran acceder a préstamos.

 Como no existían los tractores ni las cosechadoras, había muchos animales de tiro:

"Lo que sí había muchas mulas y machos para hacer las labores agrícolas, había entre mulas y machos unas 120 cabezas, había 8 burros también de labor, había 8 caballos, unos los tenían para pasearse los ricos y 2 los tenían para trabajar en el campo, había 35 burros, estos los tenían para el servicio de casa, aunque no fueran labradores, había 80 o 90 cabras, estas para dar leche en invierno, estas estaban repartidas entre todos los vecinos, fueran labradores, fueran obreros,  tenían un pastor que se llamaba Juan, este era de Roturas (Valladolid) este vino al pueblo de criado para un señor que se llamaba Antonio Díez, que le llamaban el tío "Niño" y se casó con una hija que se llamaba Meregilda, este señor falleció y esto desapareció."

En lugar de los fertilizantes químicos que se utilizan en la actualidad, se empleaba el estiércol del ganado para abonar la tierra y que esta diese fruto, en un proceso totalmente natural (y sostenible, ahora que se habla tanto de la sostenibilidad). Lo que salía de la tierra volvía a la tierra en un bucle infinito.

"Lo que sí había muchas ovejas, estas estaban muy repartidas entre muchos  labradores, las ovejas daban mucho producto, daban crías, leche y hacían queso y por cierto muy bueno, lana, que lo vendían muy caro, pero lo que más querían los labradores era el abono vegetal, esto era buenísimo para las tierras de labor, decían los labradores que el abono no era santo pero que hacía milagros, veías una tierra que estaba abonada, la sembraban de cebada o trigo y tenían unos trigos o cebadas formidables, y el que no tenía ovejas, que no tenía abono, las cebadas y los trigos los tenía raquíticos, así que cuanto más rico más animales tenía."

Segando los trigos con la hoz

Como antes no había máquinas, había que hacer todo el trabajo a mano. Lo que ahora se cosecha con un solo tractor, antes requería que decenas de personas se pasasen el día trabajando en el campo. Sobre todo, durante la época de la siega. Incluso había que levantarse antes que el sol para ir a cosechar.  También venían temporeros:


"Como era un pueblo que se recolecta mucho trigo y cebada, antes más porque había muchos labradores y todo tenía que ser a mano y con mulas, cuando llegaba el verano venían segadores el día San Pedro [29 de junio], los primeros eran "Gallegos" de la provincia de Lugo, a los pocos días venían "Parameses", estos eran de la provincia Zamora de un pueblo que se llamaba Manganeses de la Polvorosa, aquí venían casi todo mujeres jóvenes, había unos "zánganos" que traían cuatro, seis o ocho, este cogía destajos y se ganaba buen dinerito y a las pobres chicas las pagaban con una miseria, y hasta había algunos que las exigían más. Pero esto duró poco, enseguida se dieron cuenta de estos sujetos y los mandaron a freír espárragos, ya venían solo hombres o algún matrimonio con los hijos, hasta que estalló la guerra y ya dejaron de venir. También venían de la parte de Cuéllar (Segovia) estos venían en el mes de agosto, pero estaban pocos días, el día primero de septiembre ya no quedaba nadie. Fíjense que con tanto segador y tanto obrero y tanto trabajo como había, ahora con las máquinas se lo hacen las familias y no necesitan ningún obrero para el verano, antes ibas por la calle no veías más que mulas y burros, ahora ha desaparecido todo, ya no existen ni mulas, ni caballos, ni burros, lo único que ves son caballos de acero."

A ver si puedo ampliar más adelante esta información y publicar algo sobre la agricultura de antes, sobre (por ejemplo) los aperos que se utilizaban. Sirvan estas líneas para hacerse una ligera idea de la dureza de la vida en el campo antiguamente (ahora no tanto).

Bibliografía:
-elaboración propia a partir de los "Apuntes del Celestino"
-fotografía propia
-diccionario de la RAE
-"El Monte de Piedad del padre Piquer", Historia de España y el Mundo, Grupo Planeta https://www.historiaespanaymundo.com/secciones/historia-moderna/monte-piedad-del-padre-piquer